miércoles, 6 de noviembre de 2019

Bendecidos, maldecidos

Estamos hechos de palabras para distinguir el día y la noche. No de acero, no de intelecto, no de pasiones. De nervios y palabras, y reflexión sobre las palabras hasta que éstas alargan el brazo y todo el cuerpo se queda atónito, balbuceando el día y la noche, con palabras sin fin.

No hay comentarios: