La fe

Pasas un sábado por la tarde por una calle cualquiera y en un garaje hay unos adolescentes tocando "I Wanna Be Your Dog". Y suena crudo y suena bien, y tus oídos aplauden su entusiasmo mientras vuelves a casa con una pizza en la mano, olvidas el frío y piensas, quizá. Y te entran ganas de cerrar todos los bares, aunque ya no salgas ni bebas ni hables con nadie porque es mejor así, esperando la segunda venida, el punk, el apocalipsis, la revolución como Juicio final, el nuevo abismo redimido y libre. Palpando sus signos. Siendo feliz con un riff y medio, con Ron Asheton & Co., así pasen tres vidas y todos los amaneceres.