NECROPOLÍTICA DE IZQUIERDA

En nuestra época, antes de que se borrasen todos los cimientos, sabíamos que defendíamos la vida, a veces expeditivamente, al modo de socialismo o barbarie. Sabíamos que antagonizábamos su mercantilización, que nos enfrentábamos a un capital que la parasitaba para crecer. Un paso más allá de ese deslizamiento, estaba la apología de la muerte, estaba alimentarse de la muerte. La necropolítica inherente al fascismo.
Ya todo ha cambiado, para mal. Ya la izquierda lo único que tiene que ofrecer es la carne putrefacta de los cadáveres. Para alimentarse de ellos. Para mercantilizarlos. Para unir para siempre muerte y poder. Por si alguna vez se habían separado.