Un Dios deprimido, un Dios hasta las narices de su Creación... Las imágenes estrafalarias de Dios nos han conformado, nos han conformado hasta adecuarse a los tiempos de la Edad de la Nada.
Pero, ¿y si a quién se parecía Dios realmente era a Frank Capra? O, si no, decidme cómo. Cómo hay días en los que consigue convertirme en James Stewart.
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