MAO TSE TUNG Y EL 15M

Cuando Mao Tse Tung, ya avanzada la revolución cultural, había conseguido reasentarse en el poder, no sabía qué hacer con los Guardias Rojos. Los Guardias Rojos eran un adorable conglomerado de chavales furibundos que blandiendo el Libro acostumbraban a tirar a los pequeñoburgueses por las ventanas; por lo que había en ellos una natural y comprensible tendencia al caos, el descontrol y a inventarse órdenes en la sagrada aplicación de la justicia proletaria. Así que Mao les dijo: "Vuestro trabajo en las ciudades ha culminado con éxito. Ahora toca ir al campo". Claro, nadie volvió a saber de ellos, disueltos en la inmensidad continental del campo chino.
Cuando el 15M ya había agotado en Sol todo su imponente repertorio de tácticas de acción colectiva, al no ser capaces de encontrar el camino para continuar el desafío al Estado, alguien dijo: "Ahora toca ir a los barrios". El 15M se autodisolvió en los barrios, y su reaparición en Sol para conmemorar una efeméride ridícula de primer aniversario sólo confirmó su muerte prematura.
El 25S es una versión mutante del 15M, revisada, corregida y aumentada. Está donde duele, a las puertas del Congreso. Alguien sugerirá pronto un retorno a los barrios, el abandono de la guerra de posiciones, la dirección directa hacia la disgregación.
No hagais caso a Mao si no conviene.