lunes, 25 de junio de 2012

PUNK Y PENSAMIENTO ANÁRQUICO, HEAVY METAL Y ORGANIZACIÓN COMUNISTA

Dijo Jello Biafra: "Punk ain´t no religious cult. Punk means thinking for yourself". La mayor de las malinterpretaciones a posteriori del punk fue otorgarle una uniformidad estética, estilística y filosófica. Eso sucedió cuando la industria denigró la subcultura a moda, a producto listo para la venta que, como todo artefacto comercial, depende solamente de tener un envoltorio y ponerle marketing. Pero el impulso originario, lo que le dio vida, consistía en la rebelión ácrata e iconoclasta. Paro y aburrimiento convertidos en subversión individual. Sin reglas fijas ni envoltorios, o con una única regla: Do It Yourself, sí, cada uno a su manera.
El heavy metal, sin embargo, en su época de plenitud, se enfocaba más hacia lo común: crear un patrimonio "ideológico" compartido. Formar un ejército de inadaptados con muñequeras de pinchos y camisetas negras de nuestras bandas favoritas, marcar un territorio frente a la coerción de la sociedad. Que la unidad, la agregación de números que dejan de ser números, genere en ese preciso momento visibilidad, identificación y respeto. Por eso el heavy metal fue una identidad, algo de lo que sentirse orgullosos.
El heavy metal se construía también, en parte, como un contrapoder externo que te defendía, protegía y te poseía a veces; algo así como la URSS o la idea proyectada de la URSS. Cuando se acabó la época dorada, la música murió un poco, se sumió en una confusion que aún persiste. Los riffs siguen retumbando, aunque quedamos huérfanos a medias.

1 comentario:

Pablo dijo...

Vou facer o mal e engado:

"Heavy e poesía"

http://arredemoo.blogspot.com.es/2011/02/un-pouco-de-literatura.html

(ehem)