martes, 15 de julio de 2008

QUERIDO DIARIO

En variadas ocasiones se me acusa de ser demasiado vago, y que haga bromas autoparódicas al respecto no contribuye a desmontar tal visión. Así que, excepcionalmente, hoy voy a intentar recordar cuales fueron algunas de mis actividades:

Despertarme a las 2 de la tarde.
Hacer un análisis de las consecuencias en el plano internacional y confesional de los cambios políticos libaneses.
Comer.
Pensar acerca de la mercantilización de lo inmaterial y la inmaterialización de lo real.
Bajar a por un café y leer El País sin el odio acostumbrado (cansancio).
Ver Navy Investigación Criminal (NCIS) y Walker Texas Rangers tumbado en el sofá.
Lavar ropa. Periodificar calcetines (un trabajo arduo y costoso).
Comprar galletas de chocolate a los chinos.
Escuchar el nuevo disco de los Black Halos.
Leer los datos demográficos y electorales de los tres distritos de Beirut y de la región de Koura.
Ver Clerks 2.
Escribir esto sin pensar.
Olvidarme de todo.
(...)

En 2º de BUP, nos hacían escribir durante 10 minutos un día a la semana y leerlo durante la clase de literatura española. Una de mis compañeras (que estaba muy buena), escribía siempre una crónica detallada de la jornada escolar, incluyendo los platos del menú, y como siempre era el mismo día de la semana, leía invariablemente: "Hoy comimos pollo". Pues bien, hoy me siento como si hubiese comido pollo. Pero ni siquiera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo querría ser más vago que tú, pero preferiría no hacerlo...

Nombre y Apellidos.

Anónimo dijo...

Sin poder rebatir tu altísimo nivel de tocapelotismo, sin duda existen personas aún más vagas que tú. Algunas de ellas incluso visitamos tu blog.