Cuando los medios de comunicación nos contaron que en Tragsa o Tragsatec habían encontrado un archivo en el que se anotaba quién era enchufado o pariente de quién, la imagen que llegaría al escaso público que atendía sería la de un señor anotando en un archivo los puestos a dar del botín, en una información que se le suministraría de forma discreta u oculta.
Tragsa y sus filiales constituyen una de las principales empresas públicas del país, a través de la cual se realiza la contratación pública temporal para cubrir los puestos necesarios en los ministerios y demás organismos. He participado infructuosamente en 32 procesos de selección de Tragsa / Tragsatec, por lo que conozco bien las primeras fases del procedimiento (las que llevan a la no asignación del puesto) y puedo aportar el siguiente documento:
En el propio documento de solicitud de los procesos de selección abiertos, durante los últimos años, se han pedido al final los siguientes datos de los solicitantes:
- Si han conocido la existencia del procedimiento de forma interna o externa.
- Si les recomienda alguien.
- El email de la persona que los recomienda.
- Si es pariente de alguien.
Por tanto, el oscuro archivo en el que constaba la corrupción operante estaba a la vista de todos, dado que formaba parte, sin disimulo, del formulario oficial, sin ninguna queja. Un formulario oficial coelaborado por los sindicatos, con los que por supuesto se repartiría. A eso suelen llamarlo Estado del bienestar.
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