Palabras que no dicen nada era una canción de Los Piratas, y no se puede caer más bajo para reflexionar sobre la degradación, como continuaban los de Iván Ferreiro, en estas cuatro paredes. Paredes que guardan dolor, paredes que guardan sonido.
Aviso sobre una segunda Nakba, que se concreta, ante lo que no podemos llamar indiferencia, sino aquiescencia. Hasta las protestas sobre Palestina tratan sobre estatus. Sobre el monopolio de la etiqueta de activista. Sobre el provecho político o académico que eso tiene.
La causa palestina se extinguirá con la desaparición del último kilómetro cuadrado de Gaza. No quedará causa, únicamente palestinos desperdigados. Las palabras tardarán en morir porque hay una inflación de ellas. Hay una inflación de las palabras que no dicen nada. Pero se irán. Como todos los sueños, como todas las promesas. Desde que convirtieron la dignidad en su contrario.
Y solo Hezbollah. Solo Ansar Allah. Solo Soleimani.
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