lunes, 6 de marzo de 2023

Multas, multas

Sabíamos que había oficios que desaparecían, pero no imaginábamos entre ellos el de sexador de pollos, arramblado por la innovación legislativa. ¿O quizá deba llamarse "generizador de pollos", y reconvertirse en oficio woke para el siglo xxi? La intersección entre la ley de autodeterminación de género y la ley de bienestar animal todavía está llegando, pero se quedará. Después de todo, prohibir la biología sólo a los humanos es un ejercicio de especismo intolerable. ¿Cómo va a haber bienestar animal si los animales no autodeterminan su género? ¿Qué se ha creído el sexador de pollos, un funcionario del registro civil sin reeducar?
La palabra más temible del mes, fuera de las sedes del Psoe, es "malgenerizar". Me has malgenerizado, son 150.000 euros. E inhabilitación. Sale más barato (y menos punible) dar un golpe de Estado. Por eso, creo que los docentes, que nos estamos dedicando a firmar (tarde) manifiestos contra la LOMLOE, debemos de identificar (¿generizar?) mejor nuestras reivindicaciones. 
La interdicción de la biología en las aulas nos coloca ante un desafío que desde la persecución del darwinismo en USA se ha visto poco, y que ya no se puede enfrentar directamente. No solo no se puede enfrentar directamente porque multas, sino porque sindicatos, a los que parece habérsele hecho ya la consulta. Da placer ver a los enemigos de los trabajadores siendo todo el tiempo enemigos de los trabajadores. Ayuda a construir coherencia. 
Pues bien, descartada por riesgosa la protesta, no habiendo habido desobediencia civil (¡y pensar que el feminismo se fundó sobre el sufragismo!), hay una salida de mercado a todo ello: seguros de responsabilidad civil. 
Dado que la educación se ha convertido en una profesión peligrosa (para seguir siendo ciudadano y para seguir teniendo una cuenta abierta en el banco), el resultado de esas sanciones que las leyes gubernamentales imponen por el transcurso del ejercicio profesional de enseñar debe estar cubierto con una póliza. 
Ya que creemos en el sector público, es el Estado el que debe dar -gratuitamente- esa póliza. Así, el riesgo de ser multados por no ser capaces de "generizar" de acuerdo con el Ministerio o por no poder adaptar el currículo de la biología a las nuevas exigencias legales recaerá... ¡sobre el Estado!
Así pues, exigimos pólizas de responsabilidad civil proporcionadas por el Estado para hacer frente a la arbitrariedad del propio Estado. Aunque estaría mejor y consumiría menos espacio exigir democracia (y ciencia).  

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