Hoy cumplo cuatro mil días en paro. He escrito todo el día en mi cabeza. Lo he borrado.
Las palabras de violencia que no se dirán. Los vuelos verticales que, afortunadamente, no se producirán. La imposibilidad de contar días hasta cuatro mil.
Soy John Doe y confieso que los he vivido. Soy John Doe y mi vida es mi danza del sol, mi danza del sol y mi presidio. Soy John Doe y Frank Capra tampoco paga derechos de autor.
Cuatro mil. Cuatro mil. Cuatro mil. Cuatro mil días en llamas.
Porque todo debe arder. Y todo ha ardido. Por eso, recuerdo y no recuerdo. Recuerdo y no recuerdo cuando era una persona. Recuerdo y no recuerdo cuatro mil días en llamas.
Echo de menos el viento brillar, la catástrofe evitable, lo que había de humano. Echo de menos antes de John Doe. Antes de John Doe, antes del exterminio, cuando era una persona.
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