El reinado de Pantera se impuso intenso y fulgurante. No se sabía lo que venían exactamente a salvar, pero aquello supuraba metal. El puñetazo en la cara del "Vulgar Display of Power". El bramido inenarrable de "Far Beyond Driven". Far Beyond, esas eran las palabras. Five minutes alone, I'm broken, las guitarras retorcidas... Qué difícil hallar algo que no capte instantáneamente el espíritu de un tiempo en el que salíamos a pelear y a sentir, con las cartas que no valían y la mirada enajenada de que nos daba igual. Había que hacerlo.
Paralelo a la mutación de Sepultura propulsada por el bueno de Max, mirando de reojo la alucinación industrial, Pantera tuvieron seguidores pero apenas coetáneos. Salvo unos. Phil Anselmo llevaba una camiseta de Eyehategod. Banda con la que a su modo se hermanó. Busco su debut, grabado o regrabado a la par que el "Cowboys From Hell". Contiene la palabra Suffering en el título. Pesado y contundente, suena a entonces. Eso sí, te clava en el cerebro un pitido insoportable.
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