jueves, 18 de diciembre de 2008

EL LENINISMO TOTÉMICO

No tengo la paciencia suficiente como para ir a la conferencia de un diputado del Partido Comunista Griego, reflexionar sobre lo que cuente y criticarle, así que me voy a saltar todos los pasos previos y criticarle sin más.
Pero primero voy a dar una interpretación, por supuesto discutible, de lo que es el leninismo, o más bien de cuál es mi leninismo: la teoría del Estado y la teoría del Imperialismo (y sus praxis subsiguientes). Una teoría del Estado, de la destrucción del Estado burgués (o semifeudal) a través de medios revolucionarios y de la construcción de un Estado soviético, de una República de trabajadores. Y una teoría del Imperialismo como fase superior del capitalismo (basta con leer el subtítulo), que se vincula a la lucha anticolonial, al derecho de autodeterminación e independencia, y que también constituye una herramienta analítica prioritaria para comprender los modos de acumulación de capital y la asimetría de las desigualdades sociales a nivel global en los últimos dos siglos y para revertirlas.
Pero existen otros leninismos, los leninismos administrativos, profundamente jerárquicos y volcados hacia la gestión política del Estado y hacia la estructura organizativa del partido. Precisamente, lo que les interesa es el Lenin coyuntural, el que, como pudo, forzado por circunstancias adversas, puso en pie una Administración concreta en un Estado particular sometido a presiones externas fortísimas e incluso en medio de una guerra civil. O el Lenin igual de coyuntural que ayudó a crear un Partido Bolchevique con una estructura interna determinada y no universalizable, exclusivamente destinada a combatir de forma eficiente a la dictadura zarista.
Los leninismos que se basan en estas dos cuestiones son anecdóticos, anacrónicos y banales. Su leninismo se reduce a un simple ritual. Pero molestan, sobre todo cuando hay un movimiento social en marcha, ya que son los primeros en combatir, desde sus modelos tradicionalistas (y paraestatales) de hacer política, todo aquello que no pueden controlar, que no pueden dirigir y de lo que no pueden sacar beneficios políticos para el mantenimiento de su estructura administrativa, lo único, exactamente lo único, que les importa.

3 comentarios:

A.O. dijo...

PD. Y ahora los slogans:

Contra el imperialismo
marxismo leninismo!
Contra el leninismo totémico
leninismo chamánico!

El Che Guevara también era vasco
V.I. Lenin también era inuit

Leninistas administrativos guau guau
Soviets Sí Burócratas Tampoco

El Comité Central Somos Todos

Hey Ho Let´s Go!

Anónimo dijo...

Es una inocencia total desligar el 'leninismo administrativo' de 'tu leninismo' (¿acaso el 'revolucionario'?): son las dos caras del mismo fracasado modelo. El esquema de partido de cuadros y de centralismo 'democrático' son la mejor defensa organizativa de una concepción estatalista de la revolución, concepción que se impuso a la larga en la Revolución Bolchevique, no solo por el asedio exterior del Capitalismo y por el 'retraso orgánico' de las masas soviéticas y el retraso económico de la antigua Rusia zarista, como aducen quienes desean salvar a Lenin de toda responsabilidad en el fracaso de la Revolución de Octubre. Es esa concepción leninista, común a figuras pretendidamente antagónicas como Trotsky y Stalin, la que muy lúcidamente desmanteló Rosa Luxemburgo. Eso de 'leninismo chamánico' contra 'leninismo totémico' es una gran tontería. El leninismo es uno solo, debajo de sus variantes estalinistas y trotskistas. Ese leninismo es parte del problema, parte del mundo que hay que destruir.

Frido Martín

A.O. dijo...

Frido: creo que tu visión es legítima y fundada; aunque evidentemente no pueda compartirla. Sólo una aclaración de las "metáforas" (mal)empleadas:
Leninismo totémico: Reproducción del ritual.
Leninismo chamánico: Leninismo creativo.
Un saludo.