Siempre estamos ante el Administración americana más sionista de la historia.
No tengo apenas recuerdos, aunque Ronald Reagan debió de ser mucho más sionista que Jimmy Carter y sus operaciones contra Libia e Irán así lo atestiguan. George Bush padre fue al menos tan sionista como Reagan y además destruyó Iraq. Los Clinton siguieron destruyendo Iraq y era difícil encontrar a alguien más sionista que Hillary, hasta que Al Gore (una verdad incómoda) presentó como candidato a Vicepresidente a Lieberman, además de ultrasionista, judío-israelí lui-même. ¿Podía superarse? Parecía que no, pero entonces aparecieron Wolfowitz, Rumsfield, Faith, Perle y Condolezza (la agresión criminal contra Líbano: "los dolores de parto de un Nuevo Oriente Medio"). Ahora que algunos decían que llegaba la moderación a la Casa Blanca, surge Emmanuel como futuro Jefe de Gabinete. Emmanuel, el que firmó una carta en la que criticaba a George W. Bush ¡por ser muy tibio en su defensa de Israel!
EEUU-Israel: Más que un binomio genocida: Una unidad de destino en lo universal.
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