martes, 26 de agosto de 2008

ENTREVISTA A XIRINACS

Xirinacs- Soy un no-violento un poco raro. Un no-violento no dogmático. Porque una no-violencia mal enfocada puede producir más violencia que la violencia misma.
Egin- ¿Por ejemplo?
Xirinacs- El caso de Gandhi y el de Mao. ¿Qué es más no-violencia, la de Gandhi, que permite la dominación inglesa durante años en la India, o la de Mao, con sus cañones, que la impide? En este sentido tengo que decir que no soy un antiviolento, porque en vez de ir en contra de la violencia trato de superarla. Además el no-violento sólo está capacitado para frenar al violento cuando tiene una alternativa válida.

(Egin, 30 de noviembre de 1977)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay muchas maneras de ser no violento.

Superar la violencia, de acuerdo. Sólo si eso no implica la ídem.

Se violento no es ser valiente.

Y elegir la no violencia no es ser un imbécil.

A.O. dijo...

Hay muchas maneras de ser no-violento y hay muchas maneras de ser violento. De la misma forma que ser violento no es ser un imbécil y ser no-violento no es ser valiente. Vuelvo a lo que decía Xirinacs: El no-violento sólo se legitima si tiene una alternativa válida (y añadiría que el violento sólo se legitima, ante la ausencia de una alternativa válida por parte del no-violento, además cuando la violencia puede tener una oportunidad para vencer a la violencia del sistema o al menos para resistir estratégicamente).

Anónimo dijo...

Ya sé que hay muchas maneras de ser violento, y nunca nunca sirve para nada.

Doy por descontado que conoces de historia (y esto no es una ironía), de sobras entonces sabes.

La no violencia tampoco es garantía de éxito, pero.

Ahí estamos ¿cual sería la alternativa..?

Porque hasta ahora yo, entre las dos inutilidades, me quedo con la paz. Y tremenda mala prensa que tiene la pobre, que sólo de mencionarla dá risa.

Para mí no.